La
pesca artesanal venezolana viene desde nuestros abuelos indígenas. Con gran
ingenio creativo desarrollaron o adoptaron tecnologías apropiadas para el medio
(mar, río, lago) o para la circunstancia (costa, mar afuera, boca o caños).
También hubo selección de instrumentos (arpón, flecha, anzuelo, barbasco,
atarraya) o del medio de transporte (canoa, balsa, curiara); Con la llegada de
los españoles, el arsenal tecnológico se enriqueció, y nuestro mestizo
adquirió, entre otras, la tecnología de construir botes y barcos. Esta
capacidad del venezolano de acumular y mejorar tecnologías es parte importante
de su cultura material que le ha dado valiosos elementos de subsistencia. En
algunas ocasiones la pesca constituye su principal medio de alimentación. En
otras, es un instrumento de trueque y comercialización. La geografía física del
país ha constituido igualmente un factor decisivo para acondicionar esta
actividad. La Dra. María Matilde Suárez y el antropólogo Eduardo Bermúdez,
ambos del Departamento de Antropología del Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas IVIC, estudian los orígenes indígenas, ubicándolos
en la tradición cultural. Dabajuroide, que
se remonta a más de 600 años D.C. Cuando llegan los españoles encuentran a los Caquetíos, que
tenían en Paraguaná un ritmo de actividad muy particular. Eran uno nómadas
cíclicos, cambiando la actividad agrícola a la pesquera de acuerdo a la época
de las cosechas. Definen, además el sistema de contratación existente a
principios de este siglo, entre el pescador y el dueño de las embarcaciones, la
forma como se repartían la captura, y las variedades que adopta la pesca en
Paraguaná, discutiendo hasta su influencia social y familiar. Es indudable que
a través del tiempo, la pesca en Paraguaná ha ido cambiando de acuerdo con los
instrumentos y el capital que intervienen n su desarrollo, con miras a
abastecer la demanda nacional. Falcón, siendo el estado de tierra firme que más
costas tiene en Venezuela, es natural que haya desarrollado una robusta
artesanía para beneficiarse de los productos del mar. Y dentro del estado
Falcón, la Península de Paraguaná tiene sus peculiaridades: costas tranquilas y
tibias, el Golfete de
Coro, parte del Golfo de Venezuela y violentas corrientes que pasan frente al
Cabo San Román, la parte de tierra firme venezolana más asomada al mar Caribe.
Además, Falcón ha estado sujeto en el presente siglo a cambios radicales de su
esquema económico, pasando de la economía pastoral del criador de chivas o del
cultivador dependiente del régimen de las lluvias, a la actividad intensiva de
la refinación petrolera, la cual por el volumen de sus inversiones y la
cantidad de insumos que necesita, ha ejercido un cambio importante en las
actividades del estado, especialmente las de Paraguaná. Por tanto, entre las
cosas que han desaparecido o están cambiando, se encuentra la pesca artesanal.
Hoy constituye un fuente de ingreso importante, sobre todo la pesca del camarón
y del atún, las cuales de acuerdo con la información suministrada por uno de
sus empresarios "es el negocio más productivo después del petróleo".
Esto ha hecho que exista actualmente en Paraguaná una flota pesquera de gran
envergadura que constituye una magnifica fuente de trabajo. Los investigadores
alertan sobre el peligro de la pesca de arrastre, y hacen recomendaciones para
"un mejor control de las empresas de arrastre y de las zonas que han sido
prohibidas para este tipo de pesca", la captación técnica, el
establecimiento de políticas crediticias, la constitución de cooperativas de
producción y la creación de nuevas fuentes de trabajo.
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